Los dirigentes del planeta se vuelven a encontrar, en Lima, para una nueva conferencia sobre el clima, un año antes la de París. El Perú, a pesar de ser un país fuertemente amenazado por el calentamiento global, está lejos de ser ejemplar. Frente a las movilizaciones de la sociedad civil y de los pueblos indígenas contra varios proyectos extractivos destructores, el gobierno no duda en endurecer la legislación para reprimir de forma violenta e impune toda protesta. Es más, considera a muchos contestatarios como «terrucos». La COP 20 tendrá lugar en el mismo cuartel general del ejército, el Pentagonito, centro de tortura y desapariciones durante el conflicto armado.
Por
Viviana Varin